Uno de los indicadores más relevantes de la economía es el del mercado inmobiliario.
En los últimos dos años los cambios estructurales derivados de las reacciones y acciones de los gobiernos en miras del bienestar y salud de toda persona ha transformado el estilo de vida de millones y por lo mismo la relación con su entorno, sus hogares y centros de trabajo.
Hecho que, a pesar de la recesión económica a nivel global, resultó en un incremento en el mercado hipotecario de México de un 26% en el 2021, en parte gracias a la reducción de tasas de interés y el ahorro, cifra que junto con las proyecciones en ventas y rentas ofrece un panorama optimista para este 2022.
Datos del censo 2020 por parte del INEGI, indicaron que de un total de 35.3 millones de viviendas particulares en México 16.4% eran rentadas, 57% eran propias y el 10.7% contaban con un crédito hipotecario.
Una tendencia que no solo continúa, sino que las asociaciones profesionales del sector proyectan para este 2022 un incremento en las ventas de viviendas en un 20% y un 10% en cuanto a las rentas.
Nada mal para el sector vivienda que según la misma dependencia generó ese año un 5.8% del Producto Interno Bruto (PIB) lo que equivale a un billón 273 mil pesos.
¿Cómo esta visión se traduce al día a día del negocio de bienes raíces?
Los cambios en la búsqueda y adquisición de una vivienda a través de la digitalización del medio inmobiliario se han convertido para muchos en áreas de oportunidades mientras que, para otros, han servido para consolidar su modelo de negocio.
Para Giovanni Specia, Director de Desarrollo de Nuevos Negocios de la franquicia Alfa Inmobiliaria México comentó que “2021 fue un buen año, crecimos un 32% respecto a 2020, incluso mejorando lo alcanzado en 2019 y en este 2022 no se espera menos pues el sector seguirá creciendo, debido a que despierta el interés de muchos profesionales que han optado por emprender en un sector que genera gran confianza en cuanto inversión en medio de la incertidumbre de los mercados especulativos y dependientes de factores externos.”
Los medios digitales han significado un cambio en la visión empresarial de muchos.
Si bien las franquicias son una buena alternativa para adoptar su know how en el mundo de los bienes raíces, se debe tomar en cuenta que dentro de este formato muchos han tenido un comportamiento reactivo a los cambios de los últimos años y su expertise quizá ya no represente el valor que alguna vez poseía.
Otras propuestas, en cambio, han capitalizado lo que habían adoptado tiempo atrás, en Alfa Inmobiliaria apostaron por una nueva forma de hacer negocios inmobiliarios más responsable y sostenible y lo hacen con un sistema de trabajo renovado, utilizando tecnología y valores totalmente diferentes, para poner a los clientes en primer lugar.
Consolidándose como la forma más adecuada de hacerse de un negocio en 2022 y no solo por lo que dicen los números, en cuanto a su crecimiento, sino por los valores con los que la franquicia está formada y que le dan sentido a todas las propuestas y productos que transmiten y ofrecen las oficinas que conforman la red.
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